REMEDIOS NATURALES PARA PULGAS EN PERROS : ADIOS A LOS INTRUSOS , ¡hola al peludo feliz!

 A ver. ¿Quién no ha visto a su perro revolcarse en el piso como si fuera una croqueta en pleno carnaval? Rasca que te rasca, muerde que te muerde, se sacude como tambor en procesión y uno ahí, mirándolo con el alma en vilo, pensando: “¡Otra vez las pulgas, no puede ser!”. Pues sí, esos diminutos vampiritos han vuelto, pero esta vez… ¡no se la van a llevar fácil!


Porque hoy te traigo la artillería pesada, pero con aroma a naturaleza. Nada de químicos que huelen a laboratorio, ni productos que suenan más a ciencia ficción. Acá vamos con lo que la tierra, las plantas y la sabiduría de las abuelas nos regalan. Prepárate, que esto se pone bueno.



El enemigo invisible: pulgas, esas fastidiosas artistas del escondite

Las pulgas no avisan. Aparecen de la nada, se trepan como quien no quiere la cosa, y de pronto... ¡bum! Tu perro se vuelve una pista de picazón sin fin. Son chiquititas, pero cuando atacan, hacen un escándalo digno de película de terror. Saltan, pican, chupan sangre y dejan huevos por todos lados, como si fueran confeti maldito.


Pero, tranquilos, que la naturaleza no se queda atrás. Tiene su propia tropa de aliados listos para defender a nuestros peludos.


Vinagre de manzana: el escudo ácido que las espanta

El vinagre de manzana tiene ese no sé qué… que a las pulgas les da pánico. Y no es para menos: su acidez hace que el pH de la piel del perro cambie, volviéndola un terreno inhóspito para esos bichos. Además, su olor –un tanto fuerte, sí– se convierte en una especie de barrera invisible.


¿Cómo se usa? Fácil. Mezclas mitad de agua y mitad de vinagre en un rociador, lo aplicas sobre el pelaje (¡ojo con los ojos y las heridas!) y listo. Las pulgas, al primer olorcito, salen huyendo como si vieran al cobrador.


El toque cítrico: limón, ese héroe amarillo

El limón no solo sirve para la limonada, eh. También es una joyita contra las pulgas. Su aroma ácido las repele como si fuera un hechizo.


Tip casero: Herví unas rodajas en agua, deja reposar y úsalo como spray natural. ¡Eso sí! Aplícalo con cariño, lejos de ojos y zonas sensibles. Y si puedes, mejor en un lugar ventilado… el olor puede ser algo fuerte.


Aceite de coco: suavidad que resbala a las pulgas

El aceite de coco es puro amor hecho crema. Además de dejar el pelaje brillante y suave como terciopelo, hace que las pulgas pierdan agarre. Se resbalan, se desorientan, y al final... chau bichos.


Modo de uso: Con las manos tibias, aplica una pequeña cantidad sobre el lomo de tu perro y masajea como si fueras un spa de cinco estrellas. Verás cómo se relaja y de paso, se sacude a los invasores.


Tierra de diatomeas: el polvo de la justicia

No, no es talco. La tierra de diatomeas es como una lluvia de cuchillitas para las pulgas. Invisible a simple vista, pero letal para sus cuerpitos blandos. Eso sí, tiene que ser de grado alimenticio, para que sea segura.


Úsala así: Espolvorea una pequeña cantidad sobre el pelaje seco y también en alfombras, rincones, camas y cortinas. Pero... sin exagerar, que tampoco queremos una tormenta blanca.


Manzanilla: calma total con aroma a campo

La manzanilla es esa flor humilde que no hace ruido pero hace milagros. Sus propiedades calmantes alivian la piel irritada y además, a las pulgas no les gusta nada su olor.


Receta: Haces una infusión cargadita, la dejas enfriar, y bañas a tu perro con ella o la usás como enjuague final. Es como un mimo líquido para el alma canina.


Collar anti pulgas DIY: la bandana mágica

¿Y si convertimos una bandana en una barrera aromática? Mójala con unas gotas de aceite esencial de lavanda, citronela o menta (diluidas, por supuesto), y átala como collar. Tu perro andará perfumado y protegido.


La limpieza es ley

De nada sirve bañar al perro si su cama es un nido de pulgas. Pasa la aspiradora, lava las mantas con agua caliente, ventila bien. Las pulgas detestan el orden, el sol y la higiene. Son como vampiros antisistema.


Final con ladrido feliz

La lucha contra las pulgas es como una novela de suspenso, pero con remedios naturales, constancia y mucho cariño, se puede ganar. Tu perro volverá a correr, dormir y menear la cola sin ese picor molesto que lo tenía loco.


Así que, ya sabes: la próxima vez que veas a tu amigo rascándose como poseído, no entres en pánico. Abrí la alacena, prepara tu pócima natural... y a luchar con amor.

Para mas detalles en Guía Completa de Remedios Naturales para Perros: Cuida a tu Mejor Amigo de Forma Natural


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