¿Tu perro anda raro, sin ganas de comer, medio apagado y con arcadas? Mmm ojo ahí. No es solo que "no tiene hambre". Tal vez esté lidiando con esa vieja enemiga silenciosa: la gastritis. Esa que ataca sin avisar, como ladrón en la noche, y deja a tu peludo doblado del dolor y sin ánimos ni para mover la cola.
Pero no te asustes que todavía hay cancha por recorrer. Si los síntomas no son graves, hay remedios naturales que puedes aplicar desde casa para ayudarlo a sentirse mejor. Sin dramas. Sin corridas. Y con ese amor que todo lo cura.
🤔 ¿Qué es la gastritis canina y cómo darte cuenta?
La gastritis en perros es básicamente una inflamación en el estómago. Algo así como cuando nosotros comemos pesado y nos cae como bomba. Pero ellos no pueden decirlo, así que lo demuestran:
Vómitos con espuma, bilis o restos
Nada de apetito, ni siquiera su premio favorito
Se lame la panza o camina encorvado
Babea más de la cuenta
Está tirado, sin ganas ni de ladrar
Puede ser por mil razones: comió basura, se empachó, lo estresaron, le cayó mal algo o venía tomando medicamentos que le revolvieron las tripas.
Ahora, si ves sangre, fiebre, diarrea negra o se pone muy decaído... no lo dudes: veterinario ya. No hay tecito que valga.
🌿 ¿Y qué puedes hacer en casa?
Tranquilo. Acá van algunos remedios naturales que puedes probar para darle una manito.
🥣 1. Un pequeño ayuno: que su pancita respire
Primero lo primero: si vomitó, lo mejor es suspender la comida por unas horitas. Unas 12 horas suelen bastar para que el estómago se relaje. Pero agua fresca siempre, eso jamás puede faltar.
Después del ayuno, empezá suavecito sin apuro.
🍚 2. Dieta blandita, con mucho amor
¿Quién no se siente mejor con un caldito o un arrocito cuando está mal del estómago?
A tu perro también le viene bien una dieta suave, tipo:
Arroz blanco cocido (sin sal)
Pollo hervido y desmenuzado
Un poco de calabaza cocida
Dáselo en porciones pequeñas, varias veces al día. Como si fuera un menú de spa perruno.
🌼 3. Manzanilla o jengibre: infusiones mágicas
La manzanilla es como ese abrazo cálido que calma desde adentro. Puedes hacerle una infusión (nada fuerte, eh), dejarla enfriar bien y dársela a cucharaditas o mezclada con agua.
El jengibre, en mini dosis (una pizquita rallada en la comida), también ayuda contra las náuseas. Pero cuidadito: no todos los perros lo toleran igual.
Y recuerda: nada sin preguntar al veterinario si tu perro está medicado o tiene otros temas.
💧 4. Hidratación a toda hora
Si hay vómitos o diarrea, el cuerpo pierde agua. Y un perro deshidratado es como un motor sin aceite: se funde rápido.
¿No toma agua? Proba con:
Caldito de pollo casero (sin sal, sin cebolla)
Cubitos de hielo
Mójale el hocico con una jeringa sin aguja
A veces solo necesita un empujoncito… y mucho mimo.
🧘 5. Que el estrés no lo reviente
Sí, el estrés también les pega al estómago. Así que lo mejor es bajarle las revoluciones: un rincón tranquilo, sin gritos ni ruidos raros. Nada de fiestas o visitas pesadas mientras se recupera.
Y si tu perro es ansioso de por sí, puede ayudarle un ambiente relajado, con música suave o incluso feromonas naturales.
⚠️ Pero ¿Cuándo hay que salir volando al veterinario?
Estos remedios caseros sirven para un cuadro leve. Pero si pasa esto, no esperes:
Vomita sangre o no para de vomitar
Tiene diarrea fuerte o negra
Está muy débil, no se levanta
Tiene fiebre o encías pálidas
No mejora en dos días
hay ya no hay sopa que salve. Veterinario urgente.
La gastritis no avisa, pero tu perro sí. Te mira distinto, no juega, no come… y vos, que lo conoces mejor que nadie, lo notas. Ahí es donde entras vos: con amor, atención y estos remedios naturales que son como caricias en forma de comida.
Porque sí, el veterinario es clave, pero mientras tanto, tu puedes ser su primer alivio. Su casa, su consuelo, su medicina con patas.
Y aunque no lo diga con palabras, cada lamida, cada cola que mueve te lo está agradeciendo.
