Remedios naturales para curar el moquillo en perros: alivios caseros que dan pelea

 Cuando un perro se enferma, la casa entera se apaga. Los ladridos se vuelven suspiros, la energía se esconde bajo la cama y esa mirada chispeante se vuelve opaca. Y si el diagnóstico es moquillo, ni hablar. El corazón se encoge, la angustia a ver a tu perro enfermo  y uno no sabe si correr, llorar o abrazar más fuerte. 


Porque aunque esta enfermedad es dura como una tormenta de esas que sacuden hasta los huesos, también es cierto que hay formas de acompañar, de aliviar y hasta de dar pelea con lo que tienes  en casa. Sí, con amor, paciencia y unos cuantos remedios naturales para curar el moquillo en perros.

Remedios naturales para curar el moquillo en perros: alivios caseros que dan pelea


¿Qué es eso del moquillo en perros?

El moquillo canino es una enfermedad viral, de las que no piden permiso para entrar. Ataca el sistema respiratorio, digestivo y nervioso. Se mete como un ladrón en la noche y, si no lo frenas, puede dejar estragos.


Los síntomas uff, se notan a leguas:


Ojos llorosos, con lagañas espesas.


Nariz con secreciones, como si el frío no se fuera nunca.


Tos, fiebre, vómitos y hasta temblores.


Falta de apetito, mirada triste, cuerpo flojo como trapo mojado.


Y claro, al menor signo, ¡no lo dudes! Hay que ir al veterinario de una. Pero después viene el momento de la lucha diaria. Y ahí entran en juego los cuidados caseros.


 Remedios naturales para curar el moquillo en perros que acarician desde adentro

No hacen milagros ya quisiéramos, pero ayudan. Y cómo.


1. Caldito de hueso

Cuando el cuerpo no da más y ni el alimento pasa, un caldito casero bien hecho puede ser una bendición. Hacerlo con huesos carnosos, sin sal ni condimentos. Cocínalo lento, como quien espera que vuelva la fe. Que quede concentrado, tibiecito, listo para hidratar y reconfortar.


2. Miel con limón

Una cucharadita chiquita  chiquita, eh  de miel con unas gotitas de limón puede suavizar la garganta y aliviar la tos. Eso sí, ojo si tu perro tiene diarrea. En ese caso, mejor evita el limón.


3. Infusión de manzanilla

La manzanilla tiene ese don de sanar sin apuro. Prepara una infusión suave, enfríala un poco y úsala para hidratar, limpiar sus ojitos o darle de tomar si no acepta agua. También puedes mojar una gasa y limpiarle la nariz.


4. Propóleo

Si conseguís propóleo sin alcohol (¡muy importante!) y tu veterinario lo aprueba, unas gotitas en la comida pueden reforzar sus defensas. Es un antibiótico natural que, sin hacer ruido, se pone al frente del combate.


5. Ratitos al sol

No subestimes el poder del sol de la mañana. Unos quince minutitos de luz suave, sin viento ni corrientes, pueden darle energía, levantarle el ánimo y hasta recordarle que allá afuera lo espera la vida.


6. Caricias, compañía y silencio

Sí, eso también cura. Porque cuando el cuerpo falla, lo que más se necesita es alguien que no se rinda. Siéntate a su lado. Háblale bajito. Acaríciale las orejas. Decile que lo quieres. Que lo vas a cuidar. Que no está solo.


Porque el amor, cuando se vuelve constante, también se vuelve medicina.

Detallitos que marcan la diferencia cuando tu perro tiene moquillo

Agua fresca y limpia, siempre cerca. Aunque no tome mucho, que esté ahí.


Nada de corrientes de aire. Que el lugar esté templado y tranquilo.


Mantas limpias, suaves, y ese olorcito a casa.


Vacunación al día. Porque prevenir, claro, es mejor que lamentar.


¿Y si empeora?

Si tu perrito convulsiona, no come por más de un día o empieza a mostrar signos neurológicos, corre al veterinario. Así, sin vueltas. Los remedios naturales  para curar el moquillo en perros ayudan, pero no reemplazan el tratamiento clínico. No juguemos con fuego.


El moquillo es duro. Cruel, a veces. Pero también es la excusa perfecta para demostrarle a tu perro cuánto lo amas. Para estar. Para cuidar. Para ser ese sostén silencioso que no se rinde.

Y cuando lo veas volver a mover la cola, aunque sea un poquito vas a saber que valió la pena.


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